Comfort that belongs to me.
:-:
Prólogo
No tengo idea de lo mucho que crecí desde la ultima vez que nos vimos,
quizas tenga que levantar el rostro para verme. Debo ser más alto como por unos
seis o siete centímetros.
Jaejoong solía tener el cabello rubio y vestía esas sudaderas para ocultar su estrecha cintura. Recuerdo que me decía no estar conforme con su cuerpo, con su figura de cono de nieve. Yo nunca entendía sus complejos, pues siempre lo vi como alguien perfecto.
Y es cierto, también, en realidad no hubiera cambiado en nada si aun
mantuviera esa fría timidez y conservase las sudaderas dos tallas más grandes.
Él me saluda con confianza en si mismo, la forma en que se mueve es elegante y segura, incluso sensual.
Pero yo sí que he cambiado, puedo saberlo porque él parece no
reconocerme. Un apretón de manos y continua conversando con Yunho.
Aunque puede que este fingiendo. No lo culpo,después de todo nuestra
relación no quedó en buenos términos. Bien, tiene toda la razón. Lo que le dije
fue la peor forma de terminar con alguien. Debe odiarme, debe querer irse para
no verme la cara nunca más.
Pero siendo sincero, hubiese preferido que me mirara con odio,
resentimiento, lo que sea, a que no lo hiciera en absoluto.
En ese caso es mejor si no me reconoce,así no estoy haciendo conjeturas sin sentido.
Tengo que pensar que esta bien, ya no lo amo, definitivamente tampoco él a mí y esta es la ultima vez que nos veremos. Han pasado cinco años desde que estuvimos juntos.
Las cosas están frías, muertas, no tenemos nada en común.
Excepto nuestro buen amigo Yunho pero puedo controlarlo para evitar
futuros encuentros.
Nosotros íbamos por algo de beber a la cafetería continua a la universidad para antes del tercer periodo,cuando Yunho accidentalmente tiró el vaso de aquel chico con el codo mientras entrábamos al pequeño establecimiento. Y qué sorpresa, el mundo es asquerosamente pequeño. Ellos son amigos de la infancia y están intercambiando números, por lo que espero no sea el de nuestro departamento.
Espero no contestarle nunca el teléfono, no encontrármelo por ahí en la habitación de Yunho, mucho menos que mi mejor amigo me hable de él. Realmente quiero que este encuentro no signifique nada y podamos regresar a nuestras vidas sin mirar atrás.
Qué volver a verlo no signifique nada para mí.
Pero no siempre podemos hacer lo que queremos.